jueves, 11 de febrero de 2016

Historia del té



Una bebida milenaria, una infusión elegida por muchos y adoptada por diferentes culturas, conocé sus diversos orígenes y el detrás de escena de la mano del Sommelier Horacio Bustos

Alrededor del té, hay un sinnúmero de historias, leyendas, cuentos, y es especialmente, en una de esas leyendas, que aparece la figura del emperador chino Shen Nung, que por el año 2737 A.C. reclamaba al pueblo, insistentes medidas de higiene, como por ejemplo, el consumo de agua potable, y por esa razón, la necesidad de hervir el agua, y según otras historias, manifestaba que el agua caliente era más efectiva que el agua fría para calmar la sed, pero un cierto día, se encontraba con su corte, en los jardines del palacio, y sus criados preparaban el agua hirviendo, cuando de repente, por causa del viento, unas hojas de un arbusto, cayeron sobre el agua, y así fue que se elaboró un brebaje exquisito, de poder energizante, con lo que ordenó realizar inmediatamente, plantaciones de dicho árbol, descubriéndose entonces a la planta del té.
A lo largo de China, y en el contexto del neolítico antiguo, en el que el desarrollo de la cerámica, ya es un hecho, la agricultura estaba muy desarrollada, el té ya tenía características populares, y no se lo consumía solo como un tónico medicinal, sino también por propiedades reconstituyentes, y el placer era uno de los que más se destacaban.

Desde la dinastía Tang, pasando por la dinastía Song, los preparados con té, ya eran moneda corriente, y se disfrutaban también con aceites esenciales, se lo bebía en tabernas, posadas, Transcurría la famosa “edad de oro”, y es durante la dinastía Tang, entre los 600 y 800 D.C, cuando se compila el primer libro que se dedica exclusivamente al té, con todas las connotaciones de la filosofía taoísta y participación en todas las celebraciones espirituales del budismo.

Luego ingresaría en Japón, que por su parte, nunca reconocería el origen chino del té, y para los cuales, el descubrimiento vendría de la India, y sería introducido en Japón por Bodhidharma, en los 500 D.C, inclusive hoy en el país nipón, es imposible obviar al té, en cualquier ceremonia religiosa.

A partir del paso, casi obligado por Venecia, hace su ingreso en Europa, donde por medio de Holanda, se produce la llegada del té a todos los países europeos, hay muchas versiones de la llegada del té a Europa, ya que también los portugueses señalan haberlo ingresado, pero la Compañía Holandesa, en 1600, vía la isla de Java, introduciría el primer cargamento, junto a las sedas y las especies, y esta misma Compañía, lo ingresaría más tarde, en Francia, Alemania, Italia y Portugal.

Luego llegaría a Inglaterra, a través de la importación, y ya con la
Compañía de las Indias Orientales, en actividad, que se dedicaría plenamente, a instalar el té en Londres, en los alrededores del año 1650, luego expandirían la producción del cultivo de té a todas sus colonias, y también a los Estados Unidos, de ahí en más, recorrería el mundo, ingresando a los cinco continentes, en donde actualmente, existen arriba de 3.000 variedades, y pasando a ser la segunda bebida más consumida del mundo, después del agua.

Lo cierto es que en muchos países, el té ingresó, pero solo fue esporádico su consumo, como por ejemplo, en Francia, España y Portugal, ya que luego se regresó al consumo tradicional del vino y el café, en Alemania, ocurrió lo mismo con la cerveza, en cambio en Inglaterra, Irlanda, Rusia y todos los países orientales, el té se instaló definitivamente.

Según cuenta la historia, Anna, la Duquesa de Bedford, fue la que impulsó la idea de tomar el té a las cinco de la tarde, ya que los ingleses tenían dos comidas diarias, por un lado un desayuno que incluía pan, carne y cerveza y una cena al final del día con variados ingredientes, entonces para evitar el hambre que padecía entre el almuerzo y la cena, popularizó la práctica de tomar el té, y en el mismo sentido, al Conde de Sándwich, se le ocurrió la idea de juntar dos panes y un relleno dentro, por lo que a su vez, el emparedado también ingresaría definitivamente en la historia, con lo que estaríamos en presencia del menú completo de las cinco.

Muchas gracias a la Revista Iniciar por la entrevista

jueves, 4 de febrero de 2016

Revista Iniciar: ¿Qué catamos del agua?


¿Qué catamos del agua?


Conocé en profundidad las propiedades del agua de la mano del Sommelier Horacio Bustos. Distanciándose de lo que comúnmente se cree, nos manifiesta que hay detrás de este líquido tan vital para la vida.

Siempre ha resultado una afirmación sólida, convincente, hasta casi con argumentos científicos cuando nos enseñaban todo lo que significaba el agua, y es tan así, que históricamente se nos ha educado desde nuestro jardín de infantes, hasta la universidad y a lo largo de cotidianos diálogos de la vida diaria, que el agua es insípida, incolora e inodora y tenemos que desmitificar y destacar que no es tan así, por lo que trataremos, humildemente, de desarrollarlo a continuación.

Y es que sabemos que las aguas minerales se diferencian según su grado de mineralización, y entre tantas clasificaciones químicas y físico-químicas que existen, vamos a centralizarnos en que pueden ser oligominerales, de mineralización débil, de mineralización media y de mineralización fuerte. A su vez, también pueden ser alcalinas, acidulas, salinas, cálcicas, ferruginosas, magnésicas, sulfatadas, yodadas o fluoradas, y pueden ser naturalmente gaseosas, con gas carbónico proveniente de la fuente misma, gasificada o con gas, cuando el gas proviene o no, de la misma fuente y finalmente no gasificada, o sea la que no contiene gas carbónico, pero vamos en principio al agua y los sentidos.

En el análisis visual, hay que tener en cuenta su limpidez: que no existan residuos, su fluidez: ya que depende de algún elemento graso que pueda tener, su opacidad: en relación a su transparencia y brillo, y la turbidez: teniendo en cuenta factores que sean todo lo contrario a la limpidez, ya que puede llegar a tener algún residuo extraño.
Para el análisis olfativo, ocurre un hecho llamativo, ya que ciertas sales minerales permiten percibirse en el sabor, más no en su olor, y solamente se le pueden destacar aromas por vía retronasal. Las descripciones de los aromas, son muy variadas, y van desde mineral, picante: o sea con desprendimiento de anhídrido carbónico, moho: por su almacenamiento, ferrosa: provenientes de arcillas férricas, acidula: cuando está con gas o carbonatada, o cálcica: cuando presentan olores calcáreos.
Y cuando hablamos de sabor, es importante asociarlo al flavor, porque en es el momento que se bebe, se va a registrar la combinación de aroma, sabor, y todas las sensaciones táctiles. Para el gusto, lo que se va a destacar es su evolución, en el momento de mantener el agua en la boca, su intensidad, ya que cuanto puede llegar a durar el sabor en la boca, el retrogusto, y su sensación percibida en la vía nasal interior. También tener en cuenta si es dulce: sin gas generalmente, salada: o sea rica en minerales, alcalina: con sensación carbonatada, ácida: con algún picor proveniente del gas, y también las hay frescas y equilibradas, cuando no transmiten ninguna sensación predominante.

Las temperaturas recomendadas para beber el agua se encuentran entre los 10 °C y los 13 °C cuando no tienen gas, y entre 14 °C a 17 °C las gasificadas, no es conveniente beberlas muy frías, ya que, en algún sentido, impide percibir todas las cualidades que posee el agua, y tampoco es conveniente congelar el agua, porque alteran algunas propiedades minerales.

Como el vino y otros productos, el agua mineral se puede maridar con las comidas, y su similitud también reside en los niveles de intensidad y proporcionalidad de bebida y comida, por lo que a mayor intensidad del plato, se requerirá mayor intensidad del agua. En este sentido, para un pescado magro con una guarnición vegetal delicada se puede beber un agua mineral sin gas y mientras que una comida en la que esté presente la carne se puede acompañar con un agua mineral con alta mineralización o que sea gasificada. Como vemos, ya conocemos el valor y la importancia del agua en el funcionamiento del organismo, entonces corresponde ahora entrenar a nuestros sentidos, para incentivar aún más, novedosas y diferentes sensaciones asociadas a la gastronomía gourmet.

Muchas gracias a la Revista Iniciar por la entrevista


domingo, 13 de diciembre de 2015

lunes, 14 de septiembre de 2015

Un merecido reconocimiento para una gran tradición

Gyokuro Círculo Argentino del Té fue declarada de interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación Argentina y por el Concejo Deliberante de la Ciudad de Obera Pcia de Misiones

20/08/2015 | Camino Gastronómico
Gyokuro Círculo Argentino del Té nace con la idea de interpretar, describir y transmitir la milenaria historia del té en China, Japón, India, África, Europa y América, para enlazarlo en los procesos históricos en Argentina y su desarrollo en la provincia más importante del cultivo de Camellia sinensis: Misiones. 

En este espacio de difusión del té se dictan numerosas actividades que promueven y desarrollan la cultura de la segunda bebida más consumida del mundo después del agua. Por otro lado, también se analizan y se describen cada uno de los procesos de elaboración de las distintas variedades de té, con videos, imágenes, exposiciones, seminarios y charlas temáticas que acompañen la presentación en cada clase. 

En Gyokuro se realiza el curso de Sommelier de Té y el de Maestro de Té en forma presencial o a distancia , entre otras actividades, como cata de té de diferentes países China, Japón, India, Kenia, Sry Lanka, Taiwan, Corea, Myanmar, Laos, África, Argentina, etc , y degustaciones de tés de las distintas variedades: Té Blanco, Verde , Amarillo, Wulong, Rojo, Negro, Pu-Erh y Rooibos entre otros, con el análisis a través de planillas de cata, con el fin de evaluar la calidad de cada uno de ellos. 

Muchas gracias al diario digital Caminos Gastronómicos por la entrevista

sábado, 1 de agosto de 2015

LEA “LA HORA DEL CABERNET FRANC”, LA COLUMNA GASTRONÓMICA DE JHON SANTA CRUZ


"Algunas características que presenta el Cabernet Franc es que se adapta muy bien a climas fríos, madura antes que el Cabernet Sauvignon, siendo más vigorosa, pero con menos taninos que su descendiente"
Aunque algunos aún no se aventuran en consumirlo como varietal simplemente por cuestiones de gustos o desconocimiento, el vino de cabernet franc cuando está bien conducido tanto en viñedos como en bodega, se torna un varietal sabroso, con una elegancia aromática y boca de taninos muy finos. En el mercado peruano podemos encontrar etiquetas californianas, por allí algunas canadienses en ice wines, pero en nuestra región los que están dando en el clavo con esta tendencia sin duda son los argentinos. Ellos luego de virar hacia otras cepas con tintos ligeros como el Bonarda (segunda cepa mas plantada en Argentina y que en el 2008 gozó de un redescubrimiento por sus altas exportaciones) y el pinot noir, posicionándose en un segmento mas in, pegaron la atención al cabernet franc, aquella cepa muy de moda en los ochentas para los blends de alto rango y de colección.  
“El cabernet franc es una variedad más antigua que el cabernet sauvignon. De hecho, es su padre biológico. Los estudios realizados sobre ambas afirman que hacia el siglo XVII los vignerons franceses buscaron una alternativa al franc, que en Bordeaux y en el Loire solía sufrir ataques de oídio y peronóspora –dos hongos que descomponen la uva-, dado que sus granos son de piel delgada. Para evitar esos inconvenientes comenzaron a cruzar cabernet franc con diversas cepas. La que mejor funcionó fue la que resultó del sauvignon blanc: de ese cruzamiento nace el cabernet sauvignon, una uva de piel más robusta y más tánica –ergo, más resistente a los hongos-, de ciclo largo, pero con una aromática menos expresiva y que con los años le haría sombra a su padre, ya que resulta más fácil de cultivar, al menos en Francia”, cuenta el periodista argentino especializado en vinos Joaquín Hidalgo.
Como mencionamos líneas arriba, el cabernet franc siempre fue una cepa para los grandes cortes en Bordeaux (Francia), pero recién a fines de los 90 tuvo una coquetería con los enólogos argentinos, es así que a inicios del 2003 algunas bodegas como Viñas de Narváez, Finca Morera o La Celia se aventuraban a etiquetar cabernet franc varietal. Hoy en día ya es una moda entre las bodegas de por aquí y por allá, encontramos varietales del franc en Uco, Luján de Cuyo, Cafayate y hasta Río Negro y Neuquén en Patagonia. Esas notas no tan fuertes en boca a comparación del cabernet sauvignon, son como chupetes para un niño, y si lo llevamos a nariz las frutas rojas muy refinadas y las especias llaman a más. “Lo más destacado es que una investigación más reciente, del Institut FranÇais de la Vigne et du Vin, señala que el Merlot también descendería del Cabernet Franc, con lo que uno pensaría que no necesariamente, la fama y el esplendor de los hijos, va a ensombrecer la presencia y la personalidad del padre, sino que muchas veces la enaltece. Algunas características que presenta el Cabernet Franc es que se adapta muy bien a climas fríos, madura antes que el Cabernet Sauvignon, siendo más vigorosa, pero con menos taninos que su descendiente, tiene una menor acidez, posee piel fina, los racimos son pequeños, de forma alargada y muy compactos, y unas bayas pequeñas que se cultivan con gran éxito, no solo en Francia, sino también en Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Argentina, Chile, e incluso en los Estados Unidos”, remarca el sommelier rioplatense Horacio Bustos.
Una de las bodegas que apostó por el cabernet franc fue Pulenta Estate, enclavada en Alto Agrelo (Luján de Cuyo, Mendoza) con muy buenos resultados. Es más, las guías de vinos en Argentina siempre lo recomiendan. Conversé con Diego Pulenta, export manager, en su bodega sobre el tema. “Nuestro cabernet franc es un vino muy especial para la bodega. Por el año 2004 fue que empezamos a producirlo como 100% varietal. Y por suerte nos ha dado muy buenas satisfacciones, como los 96 puntos de Robert Parker para nuestra cosecha 2006. Como variedad, es muy complicada para su manejo. Los trabajos desde el viñedo son especiales. Se hace un raleo muy cuidadoso para lograr la uniformidad en la madurez. El punto justo de cosecha, es muy importante para lograr un vino equilibrado. Es una variedad de mucha expresión”, nos cuenta Diego Pulenta en su cava en Mendoza.
Está bien, el cabernet franc crece mucho en el mercado extranjero y en el argentino es toda una moda, pero ¿por qué es tan amado y deseado? ¿Cuáles son esas características que tanto destacan en una copa? Horacio Bustos tiene la respuesta: “En el aspecto visual el cabernet franc, tiene menos color que el cabernet sauvignon (que parece haber adoptado los pimientos y el cassis de su padre, pero con mayor intensidad), destacándose sus aromas frutales y marcadamente aromáticos”, remarca el sommelier. Si eres amante del vino, el Franc es una buena opción para dejar de lado el Malbec y el Cabernet. Aventúrate.
Muchas gracias al Periodista Jhon Santa Cruz por la entrevista realizada para el Diario 26 de Perú 

FM 100, Bien de Ojo



Muchas gracias a la FM 100 y Bien de Ojo Radio Fm 101,9 de Bahia Blanca por la entrevista, si la quieres escucharla entra aqui 


Clarin Ollas & Sartenes


Muchas gracias al suplemento Ollas & Sartenes del Diario Clarín por promocionar nuestra escuela.






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